A medida que envejecemos, la salud cognitiva se vuelve cada vez más importante. ¿Sabías que mantener un peso estable es importante para mantener una buena salud del cerebro a medida que envejece? Con esto nos estamos refiriendo a que el cerebro realice sus funciones de manera correcta para la atención, aprendizaje, memoria, lenguaje y función ejecutiva, además de la capacidad de tomar decisiones, el buen juicio y la planificación.
Un estudio en Alzheimer’s & Dementia encontró que la capacidad de mantener un peso estable puede ser un factor importante. Los investigadores observaron a casi 16.000 adultos mayores que se sometieron a pruebas de detección de demencia durante un período de cinco años y encontraron que aquellos con cambios significativos en el IMC (índice de masa corporal) tenían una mayor probabilidad de deterioro cognitivo.
Una de las razones por las que un IMC estable puede ser protector es que el cuerpo probablemente sea más capaz de mantener el equilibrio con otros marcadores de salud importantes como la presión arterial y el colesterol. Otras investigaciones anteriores también indican que la estabilidad del IMC se asocia con menos fragilidad, discapacidad y mortalidad temprana.
Obesidad vs. salud mental
Sin embargo, aún se debate si el exceso de peso es dañino o útil para la salud del cerebro durante el envejecimiento. Existen estudios que han demostrado un mayor deterioro cognitivo y demencia con un mayor IMC en participantes de edad avanzada en estudios anteriores. Por ejemplo, un estudio señaló que la circunferencia de la cintura se correlaciona con una cognición más pobre en mujeres mayores con diabetes tipo 2.
Otro estudio que siguió a más de 450.000 personas con obesidad durante un período de 12 años, que comenzó en la mediana edad, encontró una asociación entre la obesidad y la demencia para algunos grupos de edad. El riesgo disminuyó a medida que las personas envejecían. En esa investigación, las personas mayores de 80 años con obesidad en realidad tenían menos riesgo de demencia que las del grupo de control no obeso.
En definitiva, existen casos que muestran más deterioro cognitivo y demencia con un mayor índice de masa corporal en la vejez, pero algunos no hay asociación o incluso un menor riesgo de demencia en adultos mayores obesos.
Mejora del estado físico
Dados los resultados de estudios recientes, es posible que en lugar de centrarse en cambios de peso significativos para una mejor salud cognitiva y una vida más larga, el énfasis a medida que envejecemos debería inclinarse más hacia mejorar el estado físico y la movilidad. Esto puede ser cierto incluso con la obesidad.
Esa fue la conclusión de una revisión de investigación de 2021 en la revista iScience, que analizó estudios que examinaron la reducción del riesgo de mortalidad asociado con la pérdida de peso, en comparación con la actividad física. Esta revisión encontró que el riesgo era menor con la actividad física.
De hecho, las personas pueden beneficiarse de un enfoque de peso neutral que se centre en la aptitud para la salud, en lugar de la pérdida o el control del peso. Cuando alguien se vuelve más activo físicamente, el peso corporal puede disminuir, pero en muchos casos no cambia. Eso puede ser frustrante para quienes hacen de la pérdida de peso un objetivo principal.
Es por ello, que te recomendamos ayudar a tus clientes a centrarse en otros objetivos como una mejor movilidad, una función mejorada y la estabilidad del peso podría ayudar a mantener la motivación. Otro factor importante es que no se necesita mucho para ver mejoras en áreas como el control del azúcar en la sangre y la presión arterial.
Existen datos que muestran que solo 2 minutos de caminata de moderada a rápida cada hora puede mejorar el nivel de azúcar en la sangre. Incluso reducir la duración de estar sentado cada día trae beneficios. Pero una buena opción es convertir el ejercicio de intensidad más moderada a vigorosa en un hábito regular.
En resumen, cuando se trata de mantener la salud del cerebro, las fluctuaciones de peso pueden causar un deterioro cognitivo más rápido a medida que envejece, según un último estudio. Centrarse en la estabilidad del peso y enfatizar el movimiento en su lugar podría generar mayores beneficios que la pérdida de peso. Y antes de hacer una rutina de ejercicios, lo mejor es hablar primero con un médico o un entrenador profesional.
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